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De la búsqueda en cementerios a la pista de España: la investigación a 22 años del secuestro de Marita Verón

Desapareció el 3 de abril de 2002 en Tucumán y años después 10 personas fueron condenadas. Su caso se convirtió en uno de más emblemáticos de la trata de personas en el país.

El 3 de abril de 2002 Marita Verón salió de su casa en Tucumán para ir al médico y nunca más volvió. Así se abrió un misterio que hoy cumple 22 años y con el tiempo se ha convertido en uno de los casos más emblemáticos de trata de personas en el país pero que, por fin, podría acercarse a su fin.

“Nosotros ya sabemos que Marita fue secuestrada, sabemos quiénes la mantuvieron escondida y que fue víctima de una red de trata. Lo que no sabemos es cuál fue su destino final”, resumió en diálogo con TN Carlos Garmendia, el abogado que representa a la mamá de la joven desaparecida, Susana Trimarco.

Después de más de dos décadas de investigación, el letrado afirmó: “Por primera vez estamos sobre una pista importante”. Esa línea, que tiene actualmente a dos personas procesadas, supone lo peor. Ya no la buscan viva, buscan el cuerpo de Marita Verón.

La desaparición de Marita Verón

María de los Ángeles Verón desapareció en la capital tucumana el 3 de abril de 2002, cuando se dirigía desde la casa de su madre hacia la maternidad Nuestra Señora de la Merced, para hacerse un estudio.

En ese momento se dio inicio a un investigación, encabezada por la propia madre de la víctima, que hasta el día de hoy sigue abierta. “Teníamos un abanico de posibilidades que durante todos estos años hemos ido agotando”, señaló Garmendia.

De ese gran espectro de probabilidades, detalló el abogado, “sólo quedó una pista que llevaba a Marita viva, la pista de España”. “Pero luego de 22 años es muy difícil pensar que siga con vida”, lamentó.

La pista de España

Con el paso de los años y el avance de la investigación, la Justicia concluyó que la joven, que tenía 22 años cuando desapareció y una hija de apenas tres, había sido captada por una red de trata de personas que operaba en La Rioja para ser explotada sexualmente.

En ese sentido, se probó y se condenó a las personas que la mantuvieron escondida en los prostíbulos riojanos y también surgió el testimonio de una tucumana vinculada con esa red que se encargaba de sacar a las mujeres del país.

“Quedó acreditado que sacaban a las víctimas y las llevaban a España, esa pista es la única que no está agotada”, dijo Garmendia. Sobre los motivos por los cuales no se pudo avanzar en esa dirección, manifestó: “La distancia, el tiempo y la clausura de la etapa de instrucción, han hecho que no se pudiera terminar con esa investigación”.

Una carpeta con fotos como extorsión

La nueva pista sobre la que trabajan actualmente los investigadores cobró fuerza a raíz de un fuerte indicio sobre la existencia de una carpeta con fotos del cuerpo de Marita que se usaba como medio de extorsión en una interna gremial y derivó en la imputación de dos sindicalistas por presunto encubrimiento. Se trata de Norberto Manzano – actual Secretario General de la Asociación del Personal Jerárquico del Agua y la Energía (APJAE) y Carlos Alberto Rojas, ex Secretario General de la Seccional Tucumán de la Asociación.

En diálogo con el periodista José Inesta, el abogado de la querella sostuvo que Manzano usó la carpeta contra el entonces titular de Luz y Fuerza de Tucumán, Julio Luna, en una disputa por afiliados.

“La carpeta empezó a circular como un elemento de extorsion entre Manzano y Luna”, precisó Garmendia, y remarcó: “Manzano alardeaba con tener una carpeta de fotos de Marita muerta”.

Y completó: “Después alguien robó esa carpeta, pero en definitiva hay un montón de personas que saben qué es lo que pasó con Marita y que no han aportado esa información a la Justicia”.

Aunque las fotos hasta el momento no se pudieron encontrar, no hay dudas de que esa carpeta existió y que estuvo en manos, entre otros, de Manzano. “Actualmente se están peritando celulares, computadoras, en donde quizás encontremos algo de eso”, agregó el letrado.

“Tenemos la seguridad de que estamos sobre una pista muy importante”, expresó sobre el cierre de la entrevista Garmendia, y detalló: “Hay señalamiento de lugares, se está buscando principalmente en Tucumán pero tampoco descartamos ningún lugar”. Sobre esto último, una fuente del entorno de la víctima apuntó a TN que “buscan el cuerpo de Marita en cementerios y en registros de personas NN”.

La emotiva carta de Susana Trimarco a 22 años de la desaparición de Marita Verón. (Foto: Instagram @fundacionmariadelosangelesorg)
La emotiva carta de Susana Trimarco a 22 años de la desaparición de Marita Verón. (Foto: Instagram @fundacionmariadelosangelesorg)

Juicio, condena y final abierto

En diciembre de 2012 los 13 imputados por la desaparición de Marita Verón fueron absueltos. Las réplicas del escándalo hicieron tanto ruido que un año más tarde la Corte Suprema provincial revocó de manera parcial ese fallo y ordenó que una nueva salafijara una pena para diez de los 13 acusados (dos de ellos habían sido declarados inocentes y otro había muerto en febrero de 2013).

La sentencia llegó en abril de 2014 y estableció condenas de entre diez y 22 años para los diez acusados, sentencia que quedó firme recién en abril de 2017, momento en el que la sala II de la Cámara Penal ordenó la detención de los condenados, quienes a partir de allí empezaron a cumplir la pena.

Rubén "La Chancha" Alé murió en junio de este año. (Foto: Télam).
Rubén “La Chancha” Alé murió en junio de este año. (Foto: Télam).

“La ‘Chancha’ mató a mi hija”

Más allá de las condenas, Susana Trimarco, señaló históricamente a Rubén Ale, alias “La Chancha”, como uno de los máximos responsables de raptar y desaparecer a su hija, Marita Verón. En una nota con TN hace unos meses, la mujer afirmó: “La ‘Chancha’ mató a mi hija, la golpeó hasta que quedó sin vida”.

“Entonces la llevaronal sanatorio del sindicalista Julio Luna (Luz Médica) y la tuvieron varios días ahíen la morgue, en un sótano en el que nadie entraba, hasta que la tiraron en un cementerio como NN”, siguió Trimarco.

Y concluyó: “Yo quiero encontrar los huesos de mi hija, quiero saber dónde está para ponerle una flor y tener un poco de paz”, expresó Susana Trimarco. Enseguida subrayó: “Lo peor es vivir así como vivimos, sin saber qué es verdad y qué es mentira”.

Fuente: TN