A sus 34 años, “Chano” Moreno Charpentier es una de las grandes figuras de la música argentina. Con una enorme cantidad de fans que llenan cada lugar donde hacen un recital, su carrera asciende día a día. Pero ahora decidió tomarse un descanso y viajó a Uruguay. “Ahora estoy en un buen momento, tratando de capitalizar los errores y de reforzar las cosas que venía haciendo bien. Estoy reflexionando”, le manifestó a la revista ¡Hola!
“Entendí que cuando te va bien y estás viviendo algo con lo que siempre soñaste, te apurás. La vida se acelera y la vivís como si todo estuviera a punto de terminar en el próximo minuto, pero no es así”, reflexionó e inmediatamente agregó: “Aprendí la importancia de regular los tiempos de la vida porque a mí la fama me llevó puesto”.
“Tengo una profesión pública con cierto nivel de exposición… y hay veces en las que yo también me encuentro leyendo sobre la vida de otras personas en un aeropuerto. Es algo natural, propio del juego y, la mayor parte del tiempo, vos tenés la chance de elegir hasta dónde mostrar y hasta dónde no. Cuando no puedo elegir, trato de recordar que le debo muchísimo a los medios y que gracias a ellos nuestra música le llega a la gente”.
Hace unos meses -luego del romance de un año y medio que vivió con Celeste Cid- está saliendo con Soledad Álvarez Campos, quien trabaja en el Malba, museo que se encuentra cerca de la casa del músico. Pero no se apura, va despacio: “Ninguno de los dos sabe qué le pasa. No somos novios, nos estamos conociendo”.
“Es una persona maravillosa y tengo ganas de seguir conociéndola. El otro día nos metimos al mar y de la nada aparecieron un montón de fotógrafos y fue una locura total. ¡No tengo idea de qué habrá pensado ella!”, comentó luego.
¿Llegó el amor? “El amor es un efecto rarísimo y no está bueno que esa transición sea tan pública. Tenés que estar atento a no dar pasos en falso porque del otro lado hay una persona con sus propias emociones, que tal vez no tiene ganas de salir en los medios… Por eso es que sólo me atrevo a decirte que conocí a una mina con muchísima onda y nos vinimos a pasar unos días a Punta del Este”, concluyó.
