Chubut Para Todos

Billy Bond: “Decíamos que íbamos contra el sistema y era todo un verso”

En esta entrevista, el ícono del rock argentino habló sobre su nuevo libro, en el que cuenta el detrás de escena del movimiento musical de los 70 y 80. La noche decisiva en el Luna Park, su conflicto con el documental de Netflix y por qué salvo Pappo y Spinetta, “eran todos fascistas”.

Hace rato que el rock argentino tiene quienes lo escriban. Por eso, entre tanta biografía, crónica y análisis, no sorprende que Billy Bond haya decidido publicarRompan todo-Memorias revueltas, un libro en el que cuenta sus vidas vividas y las de unos cuantos más de esos que conocemos todos, pero de quienes el creador de La Pesada del Rock and Roll ahora nos hace ver que no era tanto lo que sabíamos.

Primer punto a favor: el Bondo se las arregla para desgranar casi cuatro décadas de su existencia -desde cuando nació en La Spezia como Giuliano Canterini hasta el algo fatídico 20 de marzo de 1981 en el que subió al escenario para anunciar a Queen en el Estadio Morumbí de Sao Paulo- en apenas 180 páginas de lectura ágil, merced al desprejuicio con el que despliega un relato al cual los cerebros de Editorial Planeta le dieron un atractivo continente gráfico.

“El que conoce todo de todos / porque vio a todos empezar…/ Estoy en cada rockero de / barrio que se crió / escuchando a Pappo, / a Spinetta o a Charly // Todos esos chicos / son mi familia // Quien espere un libro / normal aquí / que no siga”, advierte Bond desde una de las primeras páginas.

“Vos no podés hacer un libro como los que hacen de Eric Clapton o de otros, en el que dicen ‘el 17 de octubre a las 16:22, Clapton agarró la ‘strato’ 3375 roja y tocó un acorde’. Es aburridísimo. Tenés que hacer un libro que pase rápido”, dice ahora desde su casa paulista a través del Zoom.

Billy Bond: "Decían: 'Cómo vas a gritar ‘rompan todo’. Pero, pelotudo, ¿no te das cuenta de que están matando a los pibes?". Billy Bond: “Decían: ‘Cómo vas a gritar ‘rompan todo’. Pero, pelotudo, ¿no te das cuenta de que están matando a los pibes?”.

Revueltas pero no desordenadas

Pero bien, hagan una prueba: memoricen título y subtítulo del libro –Rompan todo-Memorias revueltas-, dejen pasar unas cuantas horas y prueben actualizarlo al cabo de ese lapso en sus cabezas sin que de manera involuntaria se les cuele un mucho más habitual “desordenadas” en reemplazo de ese “revueltas” que lleva la publicación.

Sin embargo, no por revueltas las memorias que rescata Bond en su testimonio se revelan desordenadas ni mucho menos. “La palabra tiene un doble sentido: la revuelta, la revolución…”, explica, y le agrega un tercero: “La re vuelta.”

Desde lo formal, Rompan todo es algo así como un recorrido cronologizado dividido en cuatro grandes etapas que se abren a su vez hacia diferentes escenas identificadas de modo ocurrente, intervenidas con consignas y sentencias de época que mantienen la narración a salvo de cualquier amenaza de enciclopedismo. Aún cuando abunden los nombres de personas y lugares.

“Está mechado con situaciones, una te lleva a la otra… Fijate que hay una cosa curiosa: hay una parte que el fondo (de las páginas) es negro, que quiere decir algo. Cada cosa dentro del libro quiere decir algo y tiene un sentido. Es un libro para descifrar. Y tiene mucha cosa de doble sentido. Yo me divertí bastante haciéndolo, que es lo importante”, dice quien fuera líder de La Pesada, que luce sus 78 con garbo y elegancia.

"Rompan todo-Memorias revueltas", de Billy Bond, editado por Planeta. “Rompan todo-Memorias revueltas”, de Billy Bond, editado por Planeta.

Un viaje a la prehistoria

Segundo punto a favor: el libro, a lo largo de cuyas páginas se suceden y multiplican nombres como los de los Sandy y los de fuego, los Bobby Cats, Elvis Presley, Roberto “Sandro” SánchezJackie y los CiclonesLos guantes negros, siempre Los Beatles, Los Shakers y Los Lions junto a los de Jorge Navarro, Ricardo Lew, Los Gatos, Hugo Fattoruso, Sabú, Trocha Angosta, Almendra y Manal, entre muchos otros. Son una invitación a investigar rincones inexplorados de la prehistoria y la historia de lo que llamamos “rock nacional”.

Y hay más: esa experiencia “inmersiva” que resultó La Pesada del Rock, con su larguísima lista de integrantes itinerantes, la ocurrencia de Tontos (Operita) y la Erótica de Jorgelina Aranda que le ganó por un par de décadas a la de Madonna; la génesis de Sui Generis y también la de Serú Girán, el plan de escape a Brasil con Ney Matogrosso y el de productor teatral emergente, todo como ejes de una lectura que se completa con la discoteca, Spotify y YouTube a mano.

“¿A nadie se le prendió una vela o una lámpara para darse cuenta de que Walter Malosetti tocó en La Pesada? ¿Que Piazzolla pasó por nuestras líneas? ¡Que Donna Caroll…! Que hacíamos discos para chicos, con doble intención…”, provoca Bond, que dedica también unas cuantas páginas a sus experiencias como gestor al mando de las “cuevas”, aquellos bares míticos. La primera, la segunda, la tercera y la cuarta también.

Y por supuesto, más nombres: los de Alejandro Martínez, Jorge Álvarez, Javier Martínez, Pierre Bayona. Y las drogas, los estudios de grabación, parejas, también Tanguito Pappo, siempre Pappo; y entre ellos “Diez mandamientos para producir un grupo de rock y no morir en el intento” y un intermezzo con su “rompan todo” como leit motiv de una novela negra imaginaria nunca escrita, con Perón en escena y aquella noche de 1972 en la cual el estallido en el Luna Park fue, para él, “la primera manifestación popular en contra del régimen y de la represión policial sin una organización detrás”, según afirma en el libro Bond.

Eran miles los que habían ido a un festival y fue cuando tocaba La pesada del rock que entró la policía y Bond, indignado ante los palazos que daban, lanzó la famosa frase. “Rompan todo”, dijo. Y el estadio quedó destozado. El mismo Bondque ahora explica que la única ventaja que tenía en comparación con algunos de sus contemporáneos con quienes compartía la escasez de todo era su viveza para manejarse con el sistema.

“Me relacionaba bien con la gente que hacía TV, radio… Era vivo en ese sentido; atorrante”, sintetiza, mientras resalta que su punto de partida no era muy distinto al de muchos otros. “Imaginate un pibe con segundo grado, sin secundaria… Sabía escribir y todo bien, pero era un hombre de la calle.”

Billy Bond: "Yo lamentablemente no llegué a presidente pero tengo la nobleza de decir lo que se me canta y nadie me maneja. Mi único capital es la falta de hipocresía". Billy Bond: “Yo lamentablemente no llegué a presidente pero tengo la nobleza de decir lo que se me canta y nadie me maneja. Mi único capital es la falta de hipocresía”.

¿Antisistema? ¿Qué antisistema?

-Da la sensación de que nunca tuviste complejo para mostrar esa facilidad de la que hablás para tejer vínculos y relacionarte con gente del “sistema”, a diferencia de otros que mientras declamaban ser antisistemas buscaron subirse al tren como fuera.

-Lo que yo no era, era hipócrita. Y por eso medio que me dejaban de lado y me pateaban. No Pappo, no Luis Alberto Spinetta; era el mundito de alrededor de esa gente. Lo cito muy bien en el capítulo dedicado al Luna, cuando digo que nosotros decíamos que íbamos contra el sistema y era todo un verso. ¡No íbamos un carajo!

-¿Ninguno?

-Los únicos eran Pappo, que decía lo que se le cantaba; Luis, que tenía un par de huevos bárbaros y decía lo que quería porque estaba loco; y yo o La Pesada, Alejandro (Medina) o Javier (Martínez). El resto eran todos fascistas, con todo respeto. Decían: “Cómo vas a gritar ‘rompan todo’”. Pero, pelotudo, ¿no te das cuenta de que están matando a los pibes?

-El periodista Mariano del Mazo me dijo hace bastante tiempo que, finalmente, había que tener en cuenta que la generación del rock es la que hoy ocupa los espacios de poder. Y cuando uno llega a los espacios de poder pasan cosas.

-Sí, porque hay rockeros pelotudos y rockeros inteligentes. Yo lamentablemente no llegué a presidente pero tengo la nobleza de decir lo que se me canta y nadie me maneja. Mi único capital es la falta de hipocresía, tener una lengua grande y larga y que no le tengo miedo a nadie.

Billy Bond: "Me truncaron el gran recital en el Luna por una serie de cosas, siempre monetarias. Lo siento… La situación del país es muy rara". Billy Bond: “Me truncaron el gran recital en el Luna por una serie de cosas, siempre monetarias. Lo siento… La situación del país es muy rara”.

Razón de escribir

-En una entrevista publicada hace un tiempo por Rolling Stone dijiste que lo que vale para vos es lo que está pasando ahora, y que lo que ya pasó lo tiras a la basura. ¿Por qué, entonces, salir ahora a contar tu propio pasado, que de paso nos cuenta el de muchos más?

-La posta es que cuando hicieron el musical de Netflix Rompan todo, los chicos me pidieron autorización para usarlo y yo dije “andá con todo”. Pero yo creía que era un documental sobre el rock and roll, que iba a ser absolutamente honesto con todo. Y no que iba a ser el festival de Santoalla… A Arco Iris lo pateábamos, porque eran un desastre. Primero, porque andaban con una mina que les hizo la cabeza: no podían fumar ni comer, tenían que comer hierbas… Para nosotros eran unos pelotudos. ¡Y se compara con Luis Alberto Spinettta! Andá a hacer música para películas con el changuito (sic). O charanguito.

-¿Vos no sos amigo suyo?

-¡Claro que soy amigo! Por eso se lo digo. Hacer éxito tocando el charango en un país como los Estados Unidos, donde no saben lo que es un charango o un bombo, con músicas que son todas iguales, afanadas de Cuyo, de Salta… Y los americanos dicen: “Oh, qué bueno esto”. Eso no es un mérito. Pero no importa, a mí me irritó mucho ese Rompan todo, porque han dejado más de 30 o 40 grandes músicos argentinos de talento afuera.

-Es cierto que quedaron fuera muchos artistas importantes.

-Sí, y hay dos explicaciones muy claras: una es que fue dirigido al mercado mexicano, mucho más grande que el de la Argentina. Esto es business, y los business son business. Respetable. Ok, pero si vas a hacer algo respetable, tiene que ser equilibrado, con un buen sentido. Estás hablando de los otros. Y cuando habla de los otros y de la historia del rock, usar el nombre Rompan todo para darse un aire de moderno y revolucionario me dejó totalmente irritado y dije: “Ok. Ahora vas a tener un Rompan todo de verdad. Y me tomé el tiempo de empezar a armar una estrategia de hacer un Rompan todo con Netflix que contara la verdad, un libro que dijera la verdad y un show, truncado por causas algunos empresarios argentinos que no la entendieron.

Billy Bond sobre Santaolalla: "¡Y se compara con Luis Alberto Spinettta! Andá a hacer música para películas con el changuito". Billy Bond sobre Santaolalla: “¡Y se compara con Luis Alberto Spinettta! Andá a hacer música para películas con el changuito”.

Libro sí, musical no

-De hecho ya estaba anunciado y con las entradas en venta.

-Sí, pero no importa, es otra historia. Iba a ser un gran musical en el Luna, contando la historia: las Malvinas, los militares, Luis Alberto Spinetta…. Contando la gran historia del rock and roll. Dije: “les saco un Rompan todo con un disco con una sinfónica y los grandes del rock; los llamo a (Andrés) Calamaro, a Fito, a Charly, para cerrar con un broche de oro mi carrera.

-De algún modo, hay un cierre generacional. Hay músicos que inexorablemente van dejando de tocar.

-Exacto. Y vamos a pasar el trono a los nuevos, porque si no, esto se acaba con nosotros. Pero bueno, me truncaron el gran recital en el Luna por una serie de cosas, siempre monetarias. Lo siento… La situación del país es muy rara. Iba a ser un gran show con una orquesta, 30 bailarines, un helicóptero bajando del cielo, haciendo caer nieve, con extras haciendo de soldados: un gran musical que quedara en la historia. Pero no me lo dejaron hacer.

-¿Por qué?

-Por un lado, no me dejaban importar cosas, por el cepo; por otro lado, el empresario me dijo que no podía mandar la plata para el helicóptero… Iban a costar entre 300 y 400 mil dólares. Pero no le echo la culpa a nadie. La culpa es mía. Por pensar que la Argentina puede hacer una cosa de esas con un local.

-A lo mejor si buscás alguna pata estatal…

-¡Perfecto! Entonces, el Estado me llama.

-¿Te llamó?

-Sí, señor. Indirectamente, y después directamente. Que “¿por qué no lo hacemos?”. Y mirá: está bien, pero yo soy apolítico, soy ateo. Estamos en tiempos de elecciones y va a parecer una jugada mía. Me pasé 50 años diciendo que no soy eso, y ahora porque me vas a dar la plata y me vas a dejar hacerlo, ¿me vas a poner una camiseta de alguien, que no me importa si es bueno o malo, pero es una camiseta que nunca me puse? Miento, me la puse por Perón en el ‘72, porque era la única salida que teníamos. Pero cuando fue pasando el tiempo empezaron las cagadas y me la saqué.

-La última: además de tu enojo por el documental de Netflix, ¿haber publicado el libro no es también una manera de reclamar el lugar que ocupaste en la historia del rock y la música argentina en general pero que nunca llegaste a tener en el relato oficial, que en gran medida te redujo al “rompan todo” del Luna Park?

-Mmmmm… En primer lugar, no sé si me importa eso. Porque si no me importó cuando me importaba, que era un momento en el que tenía otro tipo de interés… Pero, tal vez sí, hay un cierto sentido de decir: mirá. Igual, ahí no está todo. Si quisiera que esté todo, tengo que hacer cinco libros.

Por Eduardo Slusarczuk-Infobae