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Asesinó a martillazos a su pareja en un inquilinato de Comodoro Rivadavia

Un joven de 24 identificado como Mario Díaz asesinó a martillazos a su pareja Valeria Palma de 21 años. El femicidio ocurrió en un inquilinato ubicado en calle Rucci al 2.000 del barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia. Policías encontraron al hombre fuera de sí, golpeando a la mujer que ya estaba sin vida según el matutino comodorense. Es el segundo femicidio cometido en la ciudad petrolera este año.

Mario Díaz (24) y Valeria Palma (21) eran oriundos de Salta y se los veía como una pareja tranquila más allá de algunas peleas esporádicas, según sus vecinos. A diario salían a comprar de la mano y la próxima semana tenían pensado viajar a su provincia natal, luego de que hace quince días realizaran una certificación de su concubinato en la ANSES para tramitar una pensión por la epilepsia que él sufre.
Todo se desmoronó en la noche del sábado, cuando por causas que investiga la policía, Díaz asesinó a martillazos a su novia en la pequeña habitación que alquilaban en un precario inquilinato de Ignacio Rucci al 2083, en el barrio Máximo Abásolo.
El albañil fue sorprendido agrediendo a su pareja por el dueño del inquilinato Eduardo Gómez. Cuando este ingresó a la habitación, luego de que le avisara otro de los inquilinos sobre la agresión, Díaz le asestaba martillazos en la cabeza a su novia.
“ME ESTA MATANDO”
De acuerdo a la información oficial brindada por la Seccional Séptima, que intervino en la causa, la joven sufrió golpes en el rostro, lesiones punzo cortantes y tenía hundimiento de cráneo y maxilares producto de los golpes que recibió con diferentes objetos.
Ayer Gómez aún no salía de su asombro por lo ocurrido, principalmente por la violencia que el joven ejerció en el ataque. “Los chicos vivían hace seis meses acá. El año pasado también habían estado viviendo acá, y hace una semana fui testigo de ellos en la ANSES para que firmaran el papel de concubinato. Estaban reenamorados, el problema es que este chico se droga y toma alcohol de vez en cuando”, contó el propietario del inquilinato a El Patagónico.
“El tiene la excusa de que le agarran ataques de epilepsia, que tiene trances de una hora o dos que se le va la mente. Que está acá y aparece en el centro y todo ese lapso se olvida”, agregó.
Gómez asegura que eran cerca de las 23 del sábado cuando se desató el ataque. El estaba junto a su familia en su casa cuando un inquilino fue a avisarle que algo estaba ocurriendo. “Vino y me dijo se están peleando feo, la chica dice ‘me está matando’. Entonces fui para arriba, patee la puerta y entré”.
“Con un martillo le estaba meta pegar en la cabeza. La estaba matando. De la desesperación le metí el manotazo y le saqué el martillo. Pero no sé de dónde sacó un cuchillo y le seguía dando, estaba encarnizado, la desfiguró toda, y después me tiró unos cortes”, relató.
Ante la desesperación de lo que ocurría en esa habitación de la planta alta, Gómez bajó hasta su casa, llamó a la policía y cerró la puerta. En contados minutos los agentes de la Seccional Séptima llegaron al lugar y pudieron reducir a Díaz, quien intentó atacarlos con un cuchillo.
El joven quedó detenido a la espera audiencia de control de detención que tendrá lugar hoy. Mientras tanto, se esperaban los resultados de la autopsia de Valeria Palma y de los análisis de sangre que se le practicaron a Díaz para saber si estaba bajo los efectos de algún estupefaciente o de alcohol.
En el inquilinato ayer a la tarde aún no podían comprender lo ocurrido. Gómez aseguró que las peleas eran habituales, pero nunca imaginaron que esto podía terminar así. Cotidianamente cuando discutían solían romper cosas, pero no atacarse, y en más de una ocasión tuvo que interceder otro vecino.
Algunos de los habitantes del lugar evitaron dar detalles y dijeron no saber nada. Carmen, en cambio, quien vive hace tres años en el inquilinato, estaba realmente angustiada. Al borde del llanto lavaba la vereda. “Acá siempre fue tranquilo. No los conocía mucho, la chica no era sociable. Pero es muy feo lo que pasó”, resumió consternada por la noche de terror que le tocó vivir.

NO TENIA ANTECEDENTES
El comisario inspector Humberto Lienán, jefe de la Unidad Regional de la Policía, informó que personal de la Seccional Séptima se trasladó hasta esa vivienda tras recibir una denuncia. “Cuando la policía arribó al lugar y golpeó a la puerta de la humilde vivienda se escucharon gritos hasta que se decidió ingresar por la fuerza justo cuando la mujer que gritaba se silenció, y ahí fue cuando los efectivos se encontraron con el cuadro de una joven en el piso con su cara totalmente ensangrentada”, indicó el jefe policial.
Mientras, el jefe de operaciones de la Unidad Regional, César Brant, indicó que en el lugar se encontraba Díaz, quien “estaba muy alterado y exaltado”, a punto tal que “atacó a los efectivos de la Seccional Séptima armado con un cuchillo por lo que costó contenerlo hasta reducirlo y llevarlo preso”.
Brandt explicó que la mujer “tenía golpes en la cabeza hechos con una plancha, un martillo y varias heridas de cuchillo”, por lo que fue trasladada de urgencia a un hospital de la zona donde murió a los pocos minutos como consecuencia de las heridas sufridas.
Díaz quedó alojado en la Seccional Séptima a la espera de la audiencia de control de detención que se realizará hoy. La policía confirmó que no cuenta con antecedentes penales.
Dado el ensañamiento aplicado contra la víctima y el estado de exaltación que mostró al momento de ser detenido en la escena del crimen, los investigadores policiales creen que el hombre estaba bajo los efectos de alguna droga. Tampoco descartan que el acusado padezca alguna patología psiquiátrica, lo que será materia de análisis durante la investigación judicial.

La puerta de la habitación donde se produjo el femicidio.