Se considera defensora de los derechos de las mujeres, pero no feminista. La polémica por el caso Darthes y su doble rol de abogada y amiga de la manager de Mauro Icardi. ¿Cómo maneja la ética profesional? ¿Le conviene una separación?
– Ana, ¿quién sos?
– Soy una mujer que desde chiquita tuvo siempre muchos principios. Siempre supo qué quería ser. Fundamentalmente abogada, tener una familia, tener hijos. Ahora se sumaron los nietos.
– ¿Y cómo fue que te convertiste en una abogada mediática?
– Guau. ¿Abogada o mediática?
– Las dos cosas, ¿no?
– Abogada voy a cumplir casi 49 años. Toda la vida me han llamado, no solamente por los casos que manejo sino también como un referente de los derechos de la mujer.
– ¿Vos te consideras feminista?
– No. Me considero que soy femenina defendiendo los derechos de la mujer. No me gustan los extremos. Yo soy una mujer que he vivido todo, he vivido muchas cosas. Y que los derechos de la mujer hay que defenderlos de cualquier manera. Pero con principios, no con fundamentalismos. Los derechos de la mujer hay que cuidarlos, hay que protegerlos, hay que exigirlos.
– Pero tenés una perspectiva de género.
– Cien por ciento.
– Te interesa ir por ahí. Tus clientas en general son mujeres.
– Cien por ciento.
– ¿Tenés clientes varones también?
– Tengo clientes varones que me vienen a ver por otras cuestiones.
– Pero, en general, tu clientela es mayormente femenina.
– Sí
– ¿Por qué te interesa defender especialmente los derechos de las mujeres? ¿O se dio de casualidad?
– Mirá, a lo largo de los años me di cuenta que la mujer tiene que trabajar y litigar el doble para lograr lo que le corresponde.
El VAR
– ¿Sabés lo que es el VAR?
– Sí, claro que sé.
– Te voy a mostrar una jugada de tu pasado, con el VAR, para que me digas si harías lo mismo o cambiarías algo.
– ¿Cambiarías algo de lo que hiciste?
– No, para nada. Soy muy respetuosa de mis principios éticos, morales. Tengo una educación familiar muy importante, religiosa y personal. Siempre dije qué casos defendería y qué casos no. No podría estar sentada nunca al lado de una persona, ni siquiera sospechada.
– ¿Y por qué lo tomaste al caso? ¿No tendrías que haberlo rechazado cuando te lo ofrecieron?
– Nunca fui su abogada.
– “¿Nunca fui su abogada?”.
– Nunca fui su abogada en ese tema. Cuando al señor Darthés lo difama la señora Calu Rivero yo me pongo su camiseta y lo defiendo. Cuando empieza todo el resto de las cuestiones y salen a la luz cosas que hoy, 2022, todavía se están investigando y a mí en el 2019 me juzgan por algo que no hice, a las pruebas me remito.
– Vos lo que sentís es que las cuestiones con las que vos no te sentías cómoda surgen después de que vos tomaras ese caso.
– Yo cuando tomo el tema de Calu Rivero, no existía Thelma Fardín. A mí la sanción del Colegio de Abogados me pareció no solamente machista, sino también injusta.
– ¿Sentís que el Colegio te quiso usar porque eras mediática en ese caso?
– Porque era mujer, porque era mediática, porque les caía mal todo.
– ¿Porque eras mujer?
– Porque era mujer fundamentalmente.
– ¿Creés que tenía que ver con eso?
– Cien por ciento. A un hombre no se lo sienta en el banquillo como me sentaron a mí.
La pregunta inconstitucional
– ¿Qué te compraste con el divorcio de Wanda?
– Ay, que cómica. ¿Qué me compré? No me compré nada todavía. Me regaló muchas cosas. Vos hablás de cuál de ellos. Por eso la pregunta.
– Bueno, el de alimentos, el que vos quieras.
– Pero estamos hablando del de Maxi López, por eso me callé la boca. Porque del otro no tengo ningún divorcio.
– ¿Va a haber nuevo divorcio o no?
– No, no. Esperemos que no.
– Pero ahí debe ser complicado. Porque vos como abogada ahí tenés un business.
– No mezclo. No estoy pensando en los números cuando estoy hablando con una amiga o cuando estoy pensando en la familia. Soy pro familia. Cuando me contratan a mí o me vienen a ver a mí, yo siempre digo que existo por culpa de los maridos. Hay gente que cuando habla de mi trabajo en la profesión piensa que lo hago por resentimiento, que me habrán cagado. No.
– ¿No sentís que fuiste un poco dura con la China Suárez? ¿Te arrepentís un poco de eso, pensarla un poco como una suerte de roba maridos? ¿Lo ves de esa manera? Porque ella era soltera, el casado era él en todo caso.
– Mirá, yo siempre digo que, en todo caso, cuando hay una infidelidad, la infidelidad es de dos. Obviamente hay alguien que buscó y hay alguien que se dejó encontrar. Entonces, por supuesto que no podés juzgar a uno sin pensar en la responsabilidad del otro. Pero yo venía de escuchar muchas cosas que no las puedo contar. Y dije: “Habiendo tantos hombres sueltos…”
– Pero hay como una mirada ahí de la “mujer que va a robarse un marido”.
– Lo que pasa es que yo no hablo en genérico. O sea, tu pregunta tiene que ver puntualmente con una amiga, que es Wanda.
– Es un caso concreto en el que vos ves eso.
– Es un caso concreto donde a mí personalmente después de conocerlos a ambos y de haber vivido muchas cosas junto tanto a Mauro como a Wanda, veo.
– Con algunas clientas que tenés una relación de amistad y que también tenés una relación profesional, ¿podés separar esos dos roles?
– Sé separar. Sé separar perfectamente cuando estoy actuando como abogada y les estoy dando consejo profesional a cuando estamos paseando por Ibiza y por Saint-Tropez con Wanda.
– ¿Y es cierto esto de que sos como el cerebro detrás de las decisiones de Wanda, incluso en decisiones que van más allá de lo jurídico?
– Wanda es brillante. Es una sagitariana con toda la pólvora, como yo. Es brillante Wanda. Hablamos mucho, intercambiamos muchas opiniones. No creo que sea el cerebro, pero me escucha.
– Acompañás.
– Me escucha. Me escucha mucho.
– ¿Es casi como un rol de madre en algún punto?
– Yo le digo de abuela. Porque como está Nora en el medio, yo siempre le digo “soy tu abuela”. Ocupo un rol bastante familiar con muchas clientas mías. Se van poniendo cómodas charlando conmigo. Y aparte, vos cuando hacés temas de familia interactuás mucho desde lo personal. No siempre estás hablando de qué es lo que te está pasando desde el punto de vista jurídico. Te metés mucho en lo sentimental, en lo emocional.
La reforma
– ¿Qué cambiarías en concreto de la Justicia de Familia?
– Primero, tenemos un código que realmente es maravilloso en cuanto a cómo se instalaron nuevos derechos a favor de la mujer. Lo que pasa es que tenemos un código de procedimientos que es como andar en un auto de alta gama e ir en una carreta con el código procesal.
– ¿Por qué?
– Y porque el código procesal es lento. O sea, no marca todos los pasos rápidos y expeditivos que te está marcando el código de fondo. Incluso hay fallos que son maravillosos, pero maravillosos, en el texto jurídico. Pero al momento de ponerle el número, el monto, al reclamo, vos decís: “¿Quién se asustó acá?”. Son fallos maravillosos, pero cuando le ponen el signo pesos hay como una especie de miedito a decir “¿no será mucho?”.
El retuit
– Yo te voy a mostrar dos tuits y te voy a pedir que me digas cuál de los dos retuitearías.
– Bien.
– No retuitearía nada porque solamente retuiteo lo que digo yo.
– ¿Bueno, qué dirías vos?
– ¿Qué diría yo? Bueno, primero les contestaría a estas dos mujeres. Hablar de montos es muy difícil porque es todo mentira. Cuando se habla de montos, lo que pide Rocío Oliva de compensación económica de Maradona, inventan. Nadie vio la demanda. Por lo tanto, no saben lo que pide. Cada caso es una ciudad, es un mundo, es su propia estructura. Si pide 10.000 es porque a lo mejor este hombre gana 50.000 y los colegios, los viajes, la educación, la ropa y demás va en proporción. Estamos hablando de un jugador de fútbol que gana lo que gana, que yo sé lo gana. Obviamente, si le está pidiendo 10, le está pidiendo menos del uno por ciento, perdón, del diez por ciento de lo que gana.
Y la otra que la manda a trabajar y le dice que los alimentos se parten mitad y mitad, es verdad. El código habla que ambos progenitores compartirán la manutención y cuidado de sus chicos. Pero obviamente se está olvidando el párrafo chiquito donde habla en proporción a sus ingresos y la dedicación que le da su mamá, que a veces no es económica.
– Esto del trabajo no remunerado.
– Exacto.
– ¿Y qué pasa en estos casos con las mujeres que tienen mucho dinero? Porque hay mucha gente que lo ve de otra manera. Dicen, “bueno, pero ¿qué trabajo no remunerado si tiene 300 empleadas, niñeras, gente que la asiste? ¿Cuál es el trabajo que hace en relación a los hijos?”. ¿Hay un prejuicio ahí?
– Hay prejuicio donde hay plata. Que obviamente habla que tenemos una sociedad muy lastimada económicamente. Entonces, el criticar a una mujer que tiene 300 empleadas, como decís vos, o que tiene muchas mucamas y que a su vez pide alimentos o compensación económica, tiene que ver con esa bronca que está instalada. En Hollywood no pasa.
– Es decir, las mujeres ricas y famosas también se ocupan de sus hijos.
– Por supuesto.
– Y también merecen la misma compensación económica que establece la ley.
– Exactamente. Así que no importa si vivís en Hollywood o vivís en la Argentina. La diferencia está en el precio del juguete.