Chubut Para Todos

África votó la prohibición de la ablación genital femenina

La decisión histórica termina con la grave mutilación con riesgo de muerte para mujeres y niñas.

Como resultado de la lucha de organizaciones y activistas que intentan poner fin a esta violación de los derechos de las mujeres,  el Parlamento de la Unión Africana avaló la prohibición de la mutilación genital femenina en todo el continente. Si bien es una práctica en retroceso, se sigue llevando a cabo en más de 30 de países, sobre todo en el territorio entre Somalia y Senegal.

Aunque el Parlamento Panafricano, con sede en Sudáfrica, sólo tiene carácter consultivo y asesor y no legislativo, esta decisión supone un aliciente a la creciente adopción de medidas por buena parte de los países afectados, que responde tanto a las presiones ejercidas por los organismos internacionales como a la lucha que desde hace décadas lideran asociaciones africanas.

Es una práctica cuyo padecimiento es imposible describir. Unas 200 millones de mujeres y niñas de entre 4 y 14 años en todo el mundo, según cifras de Unicef, han sufrido la amputación total o parcial del clítoris, o la infibulación, que incluye la extirpación de labios mayores o menores.

Nigeria prohibió la ablación en todo su territorio en mayo de 2015, mientras que Gambia, que fuera refugio de esta práctica, hizo lo propio en noviembre pasado. En Senegal está prohibida desde hace años, pero se sigue desarrollando de manera clandestina y por eso existe una política de juramentos, en la que las mujeres y los líderes comunitarios prometen públicamente el abandono de la ablación.

Virginie Moukoro, quien trabaja en el organismo de defensa de los derechos de la mujer y la infancia en Malí, asevera que aún queda mucho trabajo por delante, pero que en el plazo de una generación se podrá acabar con la ablación. “Un día será historia, como ocurrió con la práctica de atar los pies a las niñas en Japón”, comentó.

Virgine Mokoro, defensora de libertades de Mali.

La mutilación genital femenina comprende un conjunto de prácticas a modo de rito de iniciación de las niñas a la edad adulta o en aras de la integración y el mantenimiento social. Va desde la amputación total o parcial del clítoris hasta la extirpación de labios mayores y/o menores, con derivaciones trágicas para las nenas.

En medio de un espantoso dolor, las víctimas sufren toda clase de consecuencias. Según la Organización Mundial de la Salud, además del riesgo de muerte y enfermedades, el dolor y las lesiones que devienen del procedimiento perduran toda la vida. La intervención es realizada en condiciones higiénicas mínimas o inexistentes, con complicaciones a largo plazo como infecciones, quistes, esterilidad y complicaciones durante el parto. Además de la imposibilidad de sentir placer durante el acto sexual. Es un flagrante atentado para la salud de la mujer, que encubre una violación a sus derechos y la más absoluta discriminación hacia el género. Afortunadamente, la prohibición es un hecho y se expande.